lunes, 18 de abril de 2016

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Glennys Almonte Rodríguez 1-11-7004
Yomary Almonte 1-13-2453
Enjer Ramos 2-10-2150
Brian Reyes Gutierrez 2-10-1168
Erica De la Cruz 1-11-0721
Massiel Vasquez 1-12-8543
Fredric Pierre 1-11-2109




La inmunodeficiencia un estado patológico en el que el sistema inmunitario no cumple con el papel de protección que le corresponde dejando al organismo vulnerable a la infección. Las inmunodeficiencias causan a las personas afectadas una gran susceptibilidad a padecer infecciones y una mayor prevalencia de cáncer. Las personas con inmunodeficiencia normalmente se tratan con la inmunidad pasiva para superar infecciones.

Tipos

Las inmunodeficiencias pueden ser primarias (o congénitas) y secundarias (o adquiridas).

Primarias o congénitas

Las primarias se manifiestan, salvo algunas excepciones, desde la infancia, y se deben a defectos congénitos que impiden el correcto funcionamiento del sistema inmunitario.
Por ejemplo en la agammaglobulinemia en el síndrome de Di George. debido a esto también se produce a que los niños tengan problemas

Secundarias o adquiridas

Las secundarias, en cambio, son el resultado de la acción de factores externos, como desnutrición, cáncer o diversos tipos de infecciones. Un ejemplo de inmunodeficiencia adquirida por una infección viral es el SIDA. También se debe a una carga hormonosupresora que se adhiere a las moléculas del ADN produciendo una sobre carga pulmonar en el riñón.

Causas[editar]

La inmunodeficiencia (debilidad del sistema inmunitario) puede tener gran variedad de causantes, incluidas las enfermedades de la médula ósea, problemas de riñón y el virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH o sida).

Clasificación

La clasificación de las inmunodeficiencias propuesta por la OMS en 1978 las clasifica según el efector de la respuesta inmunitaria afectado:
  1. Carencia de los linfocitos B.
  2. Carencia de los linfocitos T.
  3. Carencia combinada de linfocitos B y T.
  4. Disfunciones de los fagocitos.
  5. Carencia en el sistema del complemento.
Entre las inmunodeficiencias congénitas existen ejemplos de cada una de estas cinco categorías, mientras que las inmunodeficiencias adquiridas suelen pertenecer a la categoría número
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hipersensiblidad:

El ser humano para defenderse de las agresiones por agentes patógenos pone en marcha sus mecanismos de defensa, éste se halla constituido por las barreras naturales del cuerpo (piel y mucosas) y por factores de respuesta inmunológica inespecíficas (células fagocíticas y sus productos) y específicas (anticuerpos). Su función consiste en tolerar lo propio y eliminar lo extraño, y lo hace a través de sus distintos componentes, que no actúan en forma independiente sino conjuntamente utilizando distintas estrategias para eliminar aquello que considera extraño. En determinadas circunstancias, dependiendo del agente patógeno y del terreno genético, el organismo reacciona en forma excesiva pudiendo ocasionar diversos tipos de daño, dando lugar a las reacciones de hipersensibilidad

 Las reacciones de hipersensibilidad son procesos patológicos que resultan de las interacciones específicas entre antígenos (Ag) y anticuerpos (Ac) o linfocitos sensibilizados. 
 El término Hipersensibilidad se refiere a la excesiva o inadecuada respuesta inmunitaria frente a antígenos ambientales, habitualmente no patógenos, que causan inflamación tisular y malfuncionamiento orgánico. 

 Gell y Coombs clasificaron los mecanismos inmunopatogénicos o reacciones de hipersensibilidad en 4 tipos, en cada uno de ellos participan de forma secuencial diferentes tipos de células y mediadores solubles. 

Hipersensibilidad Tipo I: son reacciones en las que los Ag se combinan con Inmunoglobulinas (Ig) E específicos que se hallan fijados por su extremo Fc (Fracción cristalizable) a receptores de la membrana de mastocitos y basófilos de sangre periférica. 

 Hipersensibilidad Tipo II: son reacciones mediadas por la interacción de Ac Ig G e Ig M preformados con Ag presentes en la superficie celular y otros componentes tisulares. 

Hipersensibilidad Tipo III: son reacciones producidas por la existencia de inmunocomplejos (IC) circulantes de Ag- Ac que al depositarse en los tejidos provocan activación de fagocitos y daño tisular.
  Hipersensibilidad Tipo IV: son reacciones de hipersensibilidad celular o mediada por células, causadas por linfocitos T sensibilizados al entrar en contacto con el Ag específico, pudiendo producir una lesión inmunológica por efecto tóxico directo o a través de la liberación de sustancias solubles (linfocinas).
                                    

presentado por:
 juan carlos morel  2-11-2268
jennifer infante 2-111778
ilianni castillo 1-11-8781



inmunodeficiencias de celulas T:
Las inmunodeficiencias de células T son patologías hereditarias infrecuentes que afectan gravemente el desarrollo y la función del sistema inmune. Las manifestaciones clínicas suelen aparecer en etapas tempranas de la vida.



Los síndromes de inmunodeficiencia grave combinada (SCID) son trastornos hereditarios que se caracterizan por defectos graves o ausencia completa de la función de los linfocitos T y B. El SCID suele ser mortal en los primeros 12 meses de vida a menos que se realice un trasplante de precursores hematopoyéticos o que se reponga la desaminasa de adenosina (ADA), en los casos de deficiencia de esta enzima.
El diagnóstico debe sospecharse en un niño con linfopenia (menos de 1500 células por mm3), menos de 20% de linfocitos T CD3+ y severa hipogammaglobulinemia (IgG < 150 mg/dl).
A pesar de las múltiples causas genéticas que pueden originar SCID, el fenotipo clínico es bastante semejante en todos los síndromes. En los primeros meses de vida el lactante presenta infecciones diversas recurrentes y restricción del crecimiento por diarrea y malabsorción. El exantema grave puede ser expresión de la enfermedad de injerto versus huésped por el pasaje de linfocitos T maternos. En casi todos los pacientes se constata hipoplasia del timo y de los órganos linfáticos secundarios.
La cantidad de linfocitos B y de células asesinas naturales (NK) es variable según la anomalía genética primaria. Los pacientes con deficiencia de ADA tienen el menor número de linfocitos circulantes. Hay anergia en las pruebas cutáneas de hipersensibilidad tardía e hipogammaglobulinemia marcada. En algunos síndromes puede haber incremento importante del nivel de IgE y eosinofilia. La falta de producción de anticuerpos específicos es un trastorno típico aun cuando la concentración de inmunoglobulinas no sea extremadamente baja.
El tratamiento consiste en el trasplante de médula ósea o de precursores hematopoyéticos de un hermano histocompatible.
SCID ligado a X (XSCID)
El análisis de árboles genealógicos en familias afectadas permitió constatar muertes en varones de generaciones sucesivas, a menudo durante la lactancia y como consecuencia de infecciones virales y micóticas graves. En 1993 se identificó la alteración genética responsable, que es una mutación en el gen que codifica la cadena gamma común (g c) del receptor de interleuquina (IL) 2, IL-4, IL-7, IL-9 e IL-15. La molécula g c aparentemente es esencial en la transmisión intracelular de señales de activación. La anormalidad se asocia con interrupción temprana del desarrollo de linfocitos T y células NK. La autora recuerda que la interacción entre la IL-7 y su receptor es crucial en la diferenciación de los precursores linfoides.
Casi todos los niños con XSCID tienen linfopenia marcada, cifras muy bajas de IgG e IgA y falta de producción de anticuerpos específicos. Habitualmente, la funcionalidad de las células T y NK in vitro está muy comprometida.
Deficiencia de la enzima JAK3
La deficiencia de la enzima JAK3 se identificó en 1995 y parece representar el 10% al 20% de todos los casos de SCID. La JAK3 es una tirosinquinasa citoplasmática vinculada con la g c, necesaria para la transducción de señales ligadoras de interleuquinas. Las mutaciones son heterogéneas pero, por lo común, se mantienen en la familia afectada.
Deficiencia del receptor de la IL-7
Los defectos en la cadena a del receptor se asocian con un fenotipo parecido al de la deficiencia de JAK3 y del XSCID. Sin embargo, no hay interrupción en el desarrollo de células NK.
Deficiencia de IL-2
Se han identificado familias únicas con anomalías en la producción de dicha IL pero aún se desconocen los defectos genéticos responsables. La administración de IL recombinante puede mejorar la alteración en algunos pacientes.
Deficiencia de genes de recombinación RAG1 y RAG2
Representa el 10% al 20% de todos los casos de SCID. Estos genes son esenciales para que se produzca el reordenamiento genético de los segmentos variable (V) de diversidad (D) y de unión (U) de los receptores específicos de antígeno de los linfocitos T y B (TCR y BCR, respectivamente). El reordenamiento génico es crucial ya que permite lograr la diversidad inmune necesaria para reconocer la enorme cantidad de antígenos a los que puede enfrentarse el organismo, añade la autora. La incapacidad para completar el reordenamiento detiene la maduración de los linfocitos T y B en etapas iniciales del desarrollo. Por lo tanto, hay ausencia completa de ambos tipos celulares en sangre periférica y agammaglobulinemia.
Síndrome de Omenn
Es una forma de SCID grave caracterizada clínicamente por eritrodermia, linfadenopatías, hepatosplenomegalia y déficit del crecimiento, entre otras manifestaciones. Suele haber eosinofilia, hipogammaglobulinemia, ausencia de linfocitos B, número variable de linfocitos T y alteración funcional marcada de ambos.
En 1998 se identificaron mutaciones en los genes RAG1 y RAG2 en pacientes con síndrome de Omenn. Sin embargo, las alteraciones del ADN no se asocian con anulación de todo el gen de recombinasa por lo que los reordenamientos VDJ del TCR o del BCR suelen ser más productivos, dando lugar al desarrollo de células T oligoclonales.
Síndrome de SCID en indios navajo
Se transmite en forma autosómica recesiva y afecta a 1 de cada 2000 neonatos vivos de la tribu atabasca en los Estados Unidos. Se desconoce la anomalía génica primaria pero probablemente esté involucrada una mutación en el cromosoma 10p. Las manifestaciones clínicas suelen aparecer en los primeros 4 meses de vida con úlceras en la boca y los genitales, causadas por infección herpética. Hay deficiencia de células T mientras que las NK son abundantes y con actividad normal, fenómeno que complica el trasplante de médula ósea.
Deficiencia de ADA
Explica, en promedio, el 15% de todos los SCID. La deficiencia enzimática de ADA origina intoxicación metabólica de todas las células pero el efecto dañino afecta preferencialmente los precursores linfoides. La ADA está ampliamente distribuida; interviene en la desaminación de adenosina y desoxiadenosina para formar inosina y desoxiinosina. Cuando falta la enzima se acumulan los sustratos, efecto que culmina en muerte celular. El diagnóstico se basa en el dosaje eritrocitario de la enzima.
El espectro clínico es sumamente variable. En aproximadamente el 80% de los enfermos, la patología comienza en los primeros tres meses de vida. Clásicamente, los infantes presentan, además, alteraciones esqueléticas. Hay ausencia total de linfocitos y panhipogammaglobulinemia. Puede haber hepatitis, compromiso renal y del sistema nervioso.
En el 15% al 20% de los pacientes, el diagnóstico no se realiza antes del primer o del segundo año de vida porque el trastorno es causado por mutaciones menos nocivas en el gen de ADA.
En menos del 5% de los enfermos, la deficiencia de ADA se expresa en forma más tardía, entre los 3 y los 15 años. Sin embargo, casi sin excepción, hay antecedentes de infecciones persistentes por virus herpes y neumococo. En estos casos tardíos, suelen aparecer, además, manifestaciones autoinmunes, como anemia hemolítica y trombocitopenia. Puede haber aumento de la concentración de IgE y disminución de las respuestas a antígenos polisacáridos.
Más del 50% de las mutaciones en individuos con deficiencia de ADA anulan por completo la actividad de la enzima y originan SCID de comienzo precoz. El tratamiento óptimo está representado por el trasplante de médula ósea histocompatible, aunque la incidencia de rechazo es mayor que en otras entidades patológicas de SCID. Un tratamiento alternativo consiste en la administración de la enzima (habitualmente se utiliza ADA bovina conjugada con polietilenglicol) con lo que se logra disminuir los metabolitos tóxicos en plasma y en forma intracelular. En algunos pacientes se logra una reconstitución inmunitaria parcial y durante largo tiempo. Sin embargo, el tratamiento es costoso y, a largo plazo, pueden aparecer anticuerpos contra el preparado.
SCID atípica e inmunodeficiencias combinadas
Deficiencia de ZAP-70
Es un SCID grave de transmisión autosómica recesiva descrita en familias consanguíneas. Hay linfocitosis pero disminución de la población CD8+ por mutaciones de la ZAP-70 de la tirosinquinasa que participa en forma activa en el envío de señales desde el TCR. En casi todos los enfermos hay hipogammaglobulinemia y alteración de la funcionalidad B y T.
Deficiencia de CD3
El TCR para ser funcional debe estar ensamblado con el complejo de superficie, CD3, de 6 subunidades. La mutación en alguna de ellas altera, por lo tanto, la expresión del TCR. El cuadro clínico puede adoptar la misma gravedad que la que se observa en las mutaciones de los genes de recombinación, aunque hay formas más leves.
Síndrome de linfocitos desnudos
Ocurre por la falta de expresión de las moléculas de histocompatibilidad (MHC) de clase I y II en las células hematopoyéticas. Las características clínicas son variables. Los pacientes con el síndrome por falta de MHC de clase I (HLA A, B y C) a menudo no tienen síntomas en la lactancia. Durante el primer decenio de vida aparecen infecciones respiratorias persistentes. En algunos casos, la alteración obedece a mutaciones en los genes que codifican proteínas transportadoras que intervienen en el procesamiento de antígenos (TAP 1 y TAP 2), cuya consecuencia es la degradación de las moléculas de histocompatibilidad y su falta de expresión en superficie.
El síndrome tipo 2, por falta de MHC de clase II (HLA DR, DQ o DP) afecta fundamentalmente a niños de familias consanguíneas, provenientes del norte de Africa o de la región del Mediterráneo. El pronóstico a largo plazo es desalentador y casi todos los enfermos fallecen por insuficiencia multiorgánica progresiva.
Deficiencia de la fosforilasa de nucleósido de purina (PNP)
Es una patología autosómica recesiva que se expresa con alteraciones autoinmunitarias y síntomas del sistema nervioso.
El déficit enzimático origina acumulación de guanosina y de desoxiguanosina, metabolitos tóxicos para las células T. En forma típica, la ausencia de la función de la PNP se refleja en un nivel sérico de ácido úrico por debajo de 1 mg%. El pronóstico es sumamente desfavorable y en sólo una minoría hay mejoría con el trasplante de precursores hematopoyéticos.
Ataxia-telangiectásica
Es un trastorno autosómico recesivo complejo con ataxia cerebelosa, telangiectasia oculocutánea, sensibilidad celular excesiva a la radiación, predisposición a cánceres e inmunodeficiencia combinada. La enfermedad obedece a una mutación en el gen AT, cuyo producto es una proteinquinasa que interviene en el control del ciclo celular, recombinación del ADN, apoptosis y otras respuestas celulares al daño del ADN. La patología se inicia clínicamente con manifestaciones neurológicas progresivas e incapacitantes. Posteriormente surgen infecciones respiratorias. Los enfermos presentan, además, una enorme predisposición al desarrollo de neoplasias hematológicas. El trasplante no representa una opción viable de tratamiento y el pronóstico a largo plazo es desalentador.
Síndrome de Wiscott-Aldrich
Es una inmunodeficiencia ligada a X, con eccema, trombocitopenia e infecciones recurrentes. Hay formas de mayor y menor gravedad. El trastorno obedece a mutaciones en la proteína WAS que interviene en la transducción de señales desde la superficie celular. El eccema ocurre en más del 80% de los casos y aparece habitualmente antes de los 6 meses de vida.
Enfermedad linfoproliferativa ligada a X
Se manifiesta después de la infección por el virus de Epstein-Barr, que desencadena anormalidades de los linfocitos B y T.
Anomalías selectivas de las células T
El síndrome de DiGeorge se acompaña de alteraciones congénitas cardíacas, esqueléticas y faciales por una microdeleción en el cromosoma 22. Hay hipocalcemia persistente (por alteración en el desarrollo de las paratiroides) e inmunodeficiencia por falta de desarrollo del timo.
Candidiasis mucocutánea crónica
La candidiasis mucocutánea crónica, agrega finalmente la autora, es un grupo heterogéneo de alteraciones con micosis persistente en uñas, piel y membranas mucosas. En más del 50% de los enfermos hay poliendocrinopatías. Se desconoce la anomalía genética fundamental en estos niños, pero algunos no presentan respuesta proliferativa de células T in vitro frente a antígenos de Cándida.

presentado por:
juan carlos morel  2-11-2268
jennifer infante 2-111778
ilianni castillo 1-11-8781

grupo 001 de inmunologia 
DRA. mirtha billar

grupo 03

Inmunodeficiencia.
El sistema inmunitario humano ha evolucionado durante millones de años a partir de organismos invertebrados y vertebrados, hasta desarrollar mecanismos de defensa refinados y muy específicos frente a los microorganismos patógenos invasores.
El sistema inmunitario adaptativo se caracteriza por respuestas específicas para cada antígeno contra los antígenos o microorganismos patógenos extraños.
Una característica importante de este tipo de inmunidad es que después del contacto inicial con el antígeno ( sensibilización inmunitaria ) el siguiente contacto con el mismo antígeno origina una respuesta inmunitaria más rápida e intensa ( memoria inmunitaria ).
Los linfocitos T maduros constituyen 70 a 80% de los linfocitos normales presentes en la sangre periférica (tan sólo 2% de los linfocitos del organismo se encuentran en sangre periférica), 90% de los linfocitos del conducto torácico, 30 a 40% de las células de los ganglios linfáticos y 20 a 30% de las células linfoides del bazo .
Las células T son los efectores básicos de la inmunidad celular, con subgrupos de células T que maduran a células T citotóxicas CD8+ capaces de lisar las células extrañas o infectadas por virus.
Las células T CD4+ son también las células reguladoras básicas de la función de los linfocitos T y B, y de los monocitos, mediante la producción de citocinas y el contacto celular directo.
Además, las células T regulan la maduración de las células eritroides en la médula ósea, y mediante el contacto celular (ligando de CD40) desempeñan un papel destacado en la activación de las células B y en la inducción del cambio de isotipo de inmunoglobulina.
La mayoría (85%) de las células T poseen el TCR2, y a su vez se pueden dividir en dos tipos: Las TCR2 CD4+ funcionan como células cooperadoras (TH). Las TCR2 CD8+ generalmente funcionan como células T citotóxicas o matadoras (Tc).. Reconocen el Ag expuesto en moléculas MHC-I de células propias infectadas con virus o cancerosas, junto con las señales adecuadas de citoquinas, provoca la activación y proliferación clonal.
Las células B maduras comprenden 10 a 15% de los linfocitos sanguíneos periféricos humanos, 50% de los linfocitos esplénicos y cerca de 10% de los linfocitos de la médula ósea.
Las inmunodeficiencias pueden ser primarias (o congénitas) y secundarias (o adquiridas).
Las primarias se manifiestan, salvo algunas excepciones, desde la infancia, y se deben a defectos congénitos que impiden el correcto funcionamiento del sistema inmunitario.
Por ejemplo en la agammaglobulinemia en el síndrome de Di George. debido a esto también se produce a que los niños tengan problemas.
Las secundarias, en cambio, son el resultado de la acción de factores externos, como desnutrición, cáncer o diversos tipos de infecciones. Un ejemplo de inmunodeficiencia adquirida por una infección viral es el SIDA. También se debe a una carga hormonosupresora que se adhiere a las moléculas del ADN produciendo una sobre carga pulmonar en el riñón.

martes, 29 de marzo de 2016

equipo 2


Presentado por:
Glennys Almonte Rodríguez 1-11-7004
Yomary Almonte 1-13-2453
Enjer Ramos 2-10-2150
Brian Reyes Gutierrez 2-10-1168
Erica De la Cruz 1-11-0721
Massiel Vasquez 1-12-8543
Fredric Pierre 1-11-2109
Trabajo de:
Inmunologia
Grupo:
 01
Tema:
linfocitos T















                                                     Los linfocitos t

Los linfocitos T o células-T pertenecen al grupo de los leucocitosconocidos como agranulocitos. Estas células tienen núcleos de forma ovoide que ocupan la mayoría del espacio intracelular.
Los linfocitos T son los responsables de coordinar la respuesta inmune celular constituyendo el 70 % del total de los linfocitos que segreganproteínas o citocinas. También se ocupan de realizar la cooperaciónpara desarrollar todas las formas de respuestas inmunes, como la producción de anticuerpos por los linfocitos B.
Se diferencian de los linfocitos B y de las células NK (o célula Natural Killer, en español «asesina natural») por poseer un receptor especial en la superficie de la membrana, el receptor de linfocitos T (también llamado TCR, por su denominación en inglés T cell receptor). Sin embargo, en un frotis microscópico de sangre no es posible distinguir uno de otro a simple vista.
La denominación de estos linfocitos como T se debe a que su maduración tiene lugar en el timo (órgano linfoide que constituye uno de los controles centrales del sistema inmunitario del organismo). El número de leucocitos en sangre periférica en un humano promedio es de 4 a 11 x 109 por litro, del cual, normalmente, un 20 % son linfocitos.
Los linfocitos T de un individuo concreto presentan una propiedad denominada restricción CMH: sólo pueden detectar un antígeno si éste viene presentado por una molécula del complejo mayor de histocompatibilidad (CMH) del mismo individuo. Esto se debe a que cada linfocito T tiene una especificidad dual: el receptor del linfocito T (TCR) reconoce algunos residuos del péptido y simultáneamente algunos residuos de la molécula CMH que lo presenta. Esta propiedad es muy importante en el trasplante de órganos, e implica que, durante su desarrollo, los linfocitos T deben aprender a reconocer las moléculas CMH propias del individuo, un proceso complejo que tiene lugar en el timo. Puesto que las moléculas CMH sólo pueden presentar péptidos, esto implica que los linfocitos T, dado que sólo pueden reconocer un antígeno si viene asociado a una molécula CMH, sólo pueden reaccionar ante antígenos de origen proteico (procedentes de microorganismos) y no a otro tipo de compuestos químicos (ni lípidos, ni ácidos nucleicos, niazúcares). Las moléculas CMH adquieren el péptido que presentan en el exterior de la membrana celular durante su propia biosíntesis, en el interior celular. Por tanto, los péptidos que presentan las moléculas CMH provienen de microorganismos que están en el interior celular, y ésta es la razón por la cual los linfocitos T sólo detectan microorganismos asociados a células y desencadenan una respuesta inmune contra microorganismos intracelulares.

Se han descrito varios subtipos de células T, cada uno de ellos con una función distintiva.
  • Los linfocitos TCR1 se descubrieron recientemente. Suponen sólo el 15 % de los T totales, pero no son circulantes, sino que se localizan en ciertos epitelios(por ejemplo, los linfocitos intraepiteliales del intestino). Parece que están especializados en reconocer ciertos patógenos (por ejemplo, micobacterias), que tienden a entrar por las mucosas.
  • TCR2:
    • Linfocitos T citotóxicos (CTL, por sus siglas en inglés) o linfocitosCD8+ encargados de las funciones efectoras de la inmunidad celular, mediante la interacción con un complejo «péptido-CMH-I»; los CTL reconocen las células infectadas por el patógeno para células tumorales, y las destruyen segregando una serie de moléculas (perforinagranzimas,FasL) que activan la apoptosis de la célula diana.
    • Linfocitos T cooperadoresLinfocitos T ayudantes o linfocitos CD4+ ohelper T cells: se encargan de iniciar la cascada de la respuesta inmune coordinada mediante la interacción con un complejo «péptido-CMH-II». Cuando se activan, los linfocitos CD4+ se especializan, diferenciándose a su vez en linfocitos efectores, que se distinguen por el tipo de citoquinas que producen:
La diferenciación en Th1, Th2 o Th17 no es al azar, sino que depende de los estímulos que reciba el linfocito T4 virgen cuando contacte un antígeno extraño.
  • Linfocitos T de memoria: son células que se generan después de la activación de los linfocitos T, por exposición a un antígeno extraño (un patógeno). Tienen vida larga, son funcionalmente inactivos, y pueden circular durante meses o años, preparados para responder a nuevas exposiciones al mismo microorganismo. El objetivo de las vacunas es precisamente generar linfocitos de memoria (T y B) mediante la exposición a un patógeno atenuado, de manera que el organismo responda de manera rápida y eficaz frente al patógeno activo.
  • Linfocitos T reguladores: (células Treg), anteriormente conocidos como células T supresoras. Su función principal es eliminar la inmunidad mediada por células al final de la reacción inmune y eliminar células T auto-reactivas que escaparon al proceso de selección negativa en el timo. Con lo que tienen un papel muy relevante en el mantenimiento de la homeostasis del sistema inmunitario, favoreciendo la tolerancia hacia autoantígenos; dentro de esto podemos ver la importancia que tienen en evitar la enfermedad injerto contra huésped (EICH) que se desarrolla tras determinadosalotrasplantes de tejidos. De modo que pueden ser utilizados para que haya una disminución de esta enfermedad sin que se vea afectado el efecto beneficioso que tiene asociado, que es el efecto injerto contra tumor (EICT).
  • Células T gamma/delta: Son un pequeño grupo de células T que poseen un TCR específico en su superficie. La mayor parte de los linfocitos tienen un TCR compuesto por dos cadenas glucoproteicas denominadas α y β. Sin embargo, en las células γδ, el TCR está formado por una cadena γ y una cadena δ. Este grupo de linfocitos es muy poco frecuente (5 % del total), pero son abundantes en la mucosa del intestino, formando parte de una población de linfocitos denominada linfocitos intraepiteliales. Los antígenos que activan estos linfocitos eran desconocidos, se ha descubierto una presentación de glucoproteinas como antígenos, en vez de péptidos. Sin embargo, los linfocitos γδ no presentan restricción CMH, y parece que reconocen proteínas completas en lugar de péptidos, aunque algunos reconocen moléculas CMH-IB.

Maduración y selección de las células T


Activación de b-células dependiente de t-células, mostrando T-células (izquierda) B-células (derecha) y varias moléculas de interacción
Como pasa con todas las células linfocíticas, las células T provienen de una célulaprogenitora hematopoyética. Las células progenitoras de los linfocitos T migran desde la médula ósea hacia el timo, donde tiene lugar todo el proceso de maduración, generando células que expresan TCR y CD4 o CD8. Varias etapas definen esa diferenciación:1

Reorganización de los genes TCR

  • Pro-T. La célula pro-T es el primer precursor de la línea de linfocitos T. Estas células proliferan por efecto de la interleuquina IL-7 producida por las células del timo. En el núcleo de algunas de estas células, se reordenan los genes que codifican la cadena β del TCR, por recombinación mediada por la V(D)J recombinasa. El TCR no se expresa aún en la superficie del pro-T. Tampoco se expresan en la membrana celular las moléculas accesorias CD4 ni CD8. Por esa razón las células pro-T se denominan CD4-/CD8- o dobles negativas.
- El reordenamiento de la cadena β ocurre al activarse uno de los dos alelos que codifican la cadena β. El otro alelo es inhibido durante el reordenamiento del alelo activado (esto se denomina «exclusión alélica»). Si no se produce una cadena β completa en una célula pro-T, esa célula muere.
  • Pre-T. Si la recombinación VDJ tiene lugar con éxito y se sintetiza una cadena β, ésta se expresa en la superficie celular, unida a una proteína invariante denominada pre-Tα, para formar el complejo pre-TCR. Por tanto, la célula pre-T es la misma célula pro-T a partir del momento en que la cadena β del TCR se expresa en la superficie celular. La expresión de la cadena β marca el estadio pre-T y al mismo tiempo comienza el reordenamiento de la cadena α. En las pre-T, aún siguen sin expresarse en la membrana celular las moléculas accesorias CD4 ni CD8, así que las células pre-T son CD4-/CD8- o dobles negativas.
- La expresión en microdominios de la membrana celular de la cadena β unida a la proteína pre-Tα se conoce como pre-TCR y estimula el reordenamiento de uno de los alelos que codifican la cadena α. Si una célula no es capaz de sintetizar una cadena α y el TCR completo, esa célula muere.
  • Timocito doble-positivo. Estas son las células supervivientes, que expresan tanto la cadena α como β, es decir unTCR completo, CD3 y tanto CD4 como CD8. Por ello se denominan dobles positivas. Ello da paso a los mecanismos de selección positiva y negativa.

Selección positiva de los timocitos

En esta fase tiene lugar la puesta en marcha del mecanismo de restricción CMH: los linfocitos T de un individuo concreto sólo pueden detectar un antígeno si éste viene presentado por una molécula del complejo mayor de histocompatibilidad(CMH) del mismo individuo. Los diferentes clones de timocitos dobles positivos expresan diferentes tipos de TCR αβ. Si el TCR de una célula T reconoce una molécula CMH en el timo (que por definición es una molécula CMH presentando unpéptido propio del individuo), esa célula T es seleccionada para sobrevivir: por eso se habla de selección positiva. Para asegurarse de que el linfocito T durante su maduración será expuesto a todo tipo de péptido propio, las células epiteliales medulares del timo expresan numerosos genes, que codifican la mayor parte de las proteínas presentes en los tejidos periféricos.
Las células que no son capaces de reconocer un complejo «péptido propio-CMH» en el timo mueren por apoptosis. Estas células no serían útiles al individuo, porque serían incapaces de ver los péptidos presentados por las moléculas de CMH en los tejidos periféricos.

Elección entre las líneas T CD4+ y CD8+

Durante el proceso de selección positiva, las células T que reconocen complejos péptido-CMH clase-I preservan la expresión de CD8, el coreceptor que se une a la molécula CMH-I, y pierden la expresión de las moléculas de CD4. A la inversa, las células que reconocen complejos péptido-CMH clase-II preservan la expresión de CD4 y pierden la de CD8.
Así, lo que se obtiene al final del proceso de selección positiva son timocitos simples positivos, que son o bien CD8+, restringidos para ver CMH-I, o bien CD4+, restringidos para CMH-II.
Además, durante este proceso, las células T también devienen segregadas funcionalmente: las células T CD8+ pueden convertirse en linfocitos T citotóxicos cuando se activan, mientras que las células T CD4+ serán linfocitos T cooperadores. Se desconoce cómo la selección de co-receptores está asociada a la segregación funcional.

Selección negativa de los linfocitos

Los linfocitos dobles positivos inmaduros cuyos receptores reconocen fuertemente los complejos «péptido:CMH» en el timo también sufren apoptosis. Este es el proceso de selección negativa, que sirve para eliminar linfocitos que podrían reaccionar de forma dañina contra proteínas propias que se expresan en el timo. Por ello, se dice que este mecanismo permite el establecimiento de la tolerancia central, al asegurar que las proteínas propias no serán atacadas por los linfocitos T.
Las células T que han pasado los procesos de selección positiva y negativa son linfocitos maduros, que presentan las siguientes características:
  • son simples positivos CD4+ o CD8+;
  • están restringidos para las moléculas CMH propias (CD4+:CMH-II, CD8+:CMH-I);
  • son tolerantes para las proteínas propias;
  • son vírgenes (naïves): no han encontrado nunca un antígeno extraño.
Los linfocitos maduros salen del timo y se distribuyen por la periferia a través del sistema circulatorio, donde pueden encontrar una célula que presente un complejo «péptido extraño:CMH», capaz de activar el linfocito y desecadenar una respuesta inmune.
Es interesante destacar que la capacidad de reconocer los antígenos extraños por parte de los linfocitos T no está sometida a selección, sino que es el producto del azar: las células T que reconocen los complejos «péptido propio:CMH propio» de forma débil puede que reconozcan fuertemente antígenos extraños, procedentes de microorganismos, en la periferia del organismo.

Activación de linfocitos T

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La activación de linfocitos T tiene dos consecuencias generales:
  • En el ganglio linfático, la activación de los linfocitos T conduce a la activación de células efectoras inmunes.
  • En los téjidos periféricos, la activación de linfocitos T conduce a la erradicación del microorganismo del foco infeccioso. Para ello, los linfocitos deben migrar al foco inflamatorio y experimentar el proceso de diapédesis o extravasación.
Una de las primeras respuestas detectables de los linfocitos T a la presentación y reconocimiento antigénico por células presentadoras de antígeno (CPA) es la secreción de citocinas, en especial la Interleucina-2 (IL-2), la cual actúa como factor de crecimiento sobre el mismo linfocito T que lo secreta, por tener ésta receptores para la IL-2. Bajo el efecto de la IL-2, la célula T sufre una proliferación numérica exponencial, denominadaexpansión clonal, la cual es el fundamento de la memoria inmunitaria. La expansión clonal es seguida por una diferenciación celular, produciendo linfocitos CD4 -encargados de la activación de macrófagos, linfocitos B y otras células- y linfocitos CD8 -las cuales eliminan ciertas «células diana» infectadas y también activan macrófagos en los tejidos afectados.

Presentación de antígeno

La presentación de antígeno es el proceso por el cual los linfocitos T son activados mediante otras células del sistema inmunitario que les informan de los patógenos presentes. Se realiza mediante la exposición de pequeños fragmentos de la partícula extraña (denominados epítopos) a través del complejo mayor de histocompatibilidad (CMH). Es realizado principalmente por células dendríticas y macrófagos.3 Puede ser de distintas clases:
  • Presentación de clase I: se presentan antígenos intracelulares en contexto del CMH-I. Se activan linfocitos T CD8+citotóxicos.
  • Presentación de clase II: se presentan antígenos extracelulares en contexto del CMH-II. Se activan linfocitos T CD4+reguladores.
  • Presentación cruzada: se presentan antígenos extracelulares en contexto del CMH-I. Se activan linfocitos T CD8+citotóxicos.